Un olfato infalible.

Nuestros incondicionales amigos no dejan de sorprendernos. En la Patagonia Argentina encontramos un grupo de perros detectando productos cárnicos y frutihortícolas que pudieran transportar peligrosos virus como el virus de la aftosa, o parásitos como la mosca de la fruta, ambos un peligro al sur del paralelo 42 en Argentina.

Perros detectores de explosivos, perros guía (lazarillos), perros de guarda y defensa, perros detectores de drogas, perros de pastor, y muchos ejemplos más son los que habitualmente acostumbramos a ver y oír en los medios de comunicación.

En los últimos años, también se ha empezado a hablar sobre perros detectores de enfermedades y perros auxiliares para determinar caídas graves de glucosa en personas diabéticas, en fin, un campo en continuo desarrollo que evoluciona en base a potenciar los sentidos del perro y también de otros animales como cerdos, aves, etc.

Hoy presentamos un nuevo grupo de perros de trabajo: los perros detectores de alimentos.

En este caso en particular, estos perros controlan el ingreso de alimentos de origen animal y vegetal a la Patagonia en el aeropuerto internacional de Bariloche. El vuelo procedía de Buenos Aires con turistas de distintas procedencias. En el momento de recoger las maletas nos encontramos con una imagen muy habitual en otros aeropuertos del mundo (aunque en muchos casos no es visible para el viajero que recoge sus maletas) con perros en busca de drogas entre las maletas en la cinta transportadora.

En este caso, la sorpresa fue mayor al saber que los beagles en cuestión estaban buscando alimentos de origen animal y vegetal prohibidos en la Patagonia Argentina.

El objetivo del control es evitar la transmisión de fiebre aftosa en el caso de los alimentos de origen animal y en el caso de los alimentos de origen vegetal, la posible transmisión o transporte de la mosca de los frutos.

El área a controlar tiene una superficie de 835.000 km2, y se lleva a cabo a través de 47 puestos de control (carretera, puertos y aeropuertos).

El control de esta tarea está a cargo de FUNBAPA (Fundación Barrera Patagónica) y en caso específico de los perros, el adiestramiento y manejo a cargo del programa INCAN TREHUA que en idioma mapuche significa “perros protectores”.

El nombre Incan Trehua proviene de la lengua mapuche y significa Perros Protectores. De esta manera, se describe también el principal objetivo de este programa: el entrenamiento de canes para colaborar con la protección de la sanidad agroalimentaria de las regiones o países que lo requieran.

Comenzó a funcionar en el año 2004 a partir de una decisión del Consejo de Administración de la Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica, en conjunto con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria y el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza. Fue la primera experiencia de estas características en toda Latinoamérica.

Los fines del programa Incan Trehua son:

– Criar y adiestrar perros para la inspección y detección de productos y subproductos de origen animal y vegetal.
– Disponer de un equipo técnico que pueda capacitar al personal y entrenar canes de manera permanente.
– Complementar, agilizar y hacer más eficiente el trabajo de los inspectores en las barreras zoofitosanitarias internas y externas.
– Promover la tenencia responsable de animales domésticos.