Perros en la sociedad y en otras culturas

Desde los primeros homínidos hasta nuestros días, el ser humano ha desarrollado pautas culturales que le han permitido desarrollar actividades imprescindibles para la vida, como alimentarse, defenderse de un entorno hostil en sus inicios, construir herramientas y crear grupos sociales amalgamados por unas costumbres que hoy denominamos cultura. El perro forma parte indivisible de esa cultura, interacciona con ella creando lazos sentimentales con el ser humano, sin comparación con otras especies. El perro fue el primer animal domesticado, y también el de mayor impacto sentimental, creando un lazo hombre – perro que ha trascendido la vasta extensión de la evolución biológica y cultural del hombre. Pero, para vivir en sociedad es necesario cumplir ciertas reglas, algunas escritas y otras en forma de códigos, como la cortesía y la buena educación, que cuando no se cumplen, pueden llegar a distorsionar la convivencia.
Analizar el perro a través de un prisma multicultural permite conocer mucho mejor a la especie y sobre todo los avatares históricos en los que se ha visto envuelta. El perro ha acompañado al hombre a través de todos los continentes, incluidos aquellos de temperaturas extremas, calor en el desierto, hielo y nieves eternas en las aventuras polares de siglos pasados, guerras, conquistas y sirviendo en muchos casos como alimento de civilizaciones enteras, y en muchos casos, marcados por las diferencias religiosas de cada cultura.